viernes

Macarena

Un grito en el vacío,
un sinfín en el destino,
un temblor en la espesura,
un lamento perdido,
 
y un horror en el silencio,
y un adiós en la esperanza,
y un jamás en el abismo,
y un gemido que se apaga.
 
¿Qué clamor arde en el aire?,
¿qué rumor es el que corre?,
¿qué dolor maldice al cielo,
y arrepentido se esconde?
 
Y dos gotas de roció,
brotan de la esmeralda,
y una voz dulce pregunta:
¿estás llorando, Maca?
 
Yo recuerdo en otro tiempo
que entre fulgores de plata
esas dos esmeraldas tristes
brillaban en tu cara,
y se oía entre el ruido
un cascabel dorado,
una canción morena,
un latir acelerado,
 
y un repicar de campanas,
y un susurro azulado,
y un murmullo caliente,
y un tintineo animado.
 
¿Qué amor era el que volaba?
¿qué esplendor de la alegría?,
¿qué dicha incontrolable,
cual agua fugitiva corría?
y dos notas chispeantes
brotaban de la rosa blanca,
y una voz dulce preguntaba:
¿estás riendo, Maca?
 
Entre la noche y el día
solo hay un instante,
entre la dicha y el dolor,
solo un filo cortante.
 
Abre tu corazón al mundo,
y arranca de é1 tu pena,
porque esa rosa blanca,
solo puedes florecerla tú,
Macarena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario